domingo, 25 de julio de 2010

"Angelelli pudo encontrar en La Rioja el sabor de la vida y del ejercicio pastoral"


A escasos días del homenaje que la Presidente Cristina de Kirchner le rendirá a Monseñor Enrique Angelelli, en La Rioja, a través de una nota de diario El Independiente, su sobrina le recordó con emoción: "yo necesito rescatar a mi tío que es sólo mío y eso es algo que no me lo van a poder sacar los militares que lo mataron.


Desde chico "el Pelado" sintió la vocación sacerdotal y sus padres lo apoyaron en esta decisión, sobre todo su madre Celina.

Un 17 de julio de 1923, de muchísimo frío como lo recordaba su propia madre, nacía en la capital cordobesa Enrique Angelelli. 53 años más tarde asesinado por el gobierno militar, entregaba esa misma vida en Los Llanos riojanos para dar nacimiento así al mártir que supo representar el coraje de los acallados y explotados.


En diálogo exclusivo con EL INDEPENDIENTE, María Elena Coseano Angelelli, sobrina de Enrique Angelelli, relató detalles de la vida familiar de quien fuera obispo de La Rioja entre 1968 y 1976 entre anécdotas cargadas de nostalgia y alegría pero también de dolor.

Juan Angelelli y Celina Carletti se conocieron en Córdoba aunque provenían de Italia, él de Montegiorgio y ella de Ascoli. "El nono era un personaje hermoso, muy consentidor, siempre fue un tano muy especial y lo quería muchísimo a mi tío. Era un gringo luchador, cariñoso y alegre y esa alegría "el Pelado" la heredó de mi abuelo. Mis nonos se conocieron en Córdoba, la familia de ella era de un clan bastante fuerte de Córdoba, los Carletti, y él era uno de esos mozos que se había venido solo para estas tierras y acá se enamoró de esta hermosa gringa, porque ella era muy linda".

"Siempre vivieron en la capital, se casaron y vivieron en una quinta camino a San Carlos, allí tenían unos pocos animales y trabajaban los dos en el campo, ahí nació "el Pelado".

"La nona siempre me contaba que había sido un 17 de julio muy pero muy frío y el abuelo en ese momento no estaba, se había ido a la ciudad. Ese mismo día empezó a llover y había que encerrar a unas vacas en el corral, así que ella tuvo que salir con su panza a encerrar los animales, ella solita. Apenas encerró los animales se empezó a sentir mal y estaba sola. Al rato llegó mi abuelo y ya empezó con los trabajos de parto, en la misma casa, como se hacía antes".

SU INFANCIA

Enrique fue el mayor de tres hermanos. Le siguieron Juan y Elena, esta última fallecida en 1970. "Enrique tuvo una infancia tranquila, con una nona y un nono muy especiales. El era un niño muy cariñoso y le gustaba muchísimo jugar al fútbol. Era una persona de mucha ternura y en eso se parecía a mi abuela".

En referencia a la elección del sacerdocio, su sobrina añadió "creo que fue desde chico esa vocación, él siempre fue bueno, siempre fue muy noble, al decir de mi mamá y de mi abuela, fue a través de un sacerdote que daba misa en Las Adoratrices cuando él decide abocarse al sacerdocio".

"Sus padres apoyaron y acompañaron esa vocación sacerdotal de mi tío. Mi abuela lo acompañó totalmente y aunque con el nono nunca lo hablé, ellos jamás se opusieron".

"No me imagino que mi tío no haya sido sacerdote, él era muy sacerdote, pero era ese sacerdote alegre, tenía mucha alegría, él era alegría, ese sacerdote que se nota que tiene mucha paz adentro y eso es lo que rescato mucho de él, esa elección y compromiso de vida que tuvo y es fundamental en su persona. Pero también era abierto, amplio, reflexivo, era muy perfectito como ser humano, yo siempre lo veía así, como la persona que te iba a llevar paz y calma cuando estabas mal, hasta en las cosas más sencillas".

"TRATABA DE NO PREOCUPARLOS"

"A los padres "el Pelado" no les contaba tanto sobre La Rioja porque trataba de no preocuparlos. Sí hablaba mucho con nosotros, sus sobrinos, nos contaba que la situación en La Rioja estaba difícil o sobre las injusticias, pero también se hablaba de todo un poco. La situación que "El Pelado" encontró en La Rioja no era muy distinta a la que él esperaba. Creo que a mi tío Enrique trataron de castigarlo cuando lo pasan a La Rioja, trataron de castigarlo mandándolo al lugar donde encontró realmente el sabor de la vida y el sabor de lo que era el ejercicio pastoral".

"Pero una gran cosa que tenía "El Pelado" es que era un hombre de mucha oración. Era un hombre que había abrazado el sacerdocio pero con convicción y eso se le notaba mucho en el trato con todas las personas, con su manera de hacerse chiquito. Yo lo veía que se hacia gigante cuando oraba, tenía sus momentos en casa cuando venía a casa de los nonos, había un lugar preferencial para él al final de una galería, donde él se sentaba a rezar, recuerdo que lo veía concentrado, con su sotana, él era muy fuerte a través de la oración".

"Las persecuciones de la prensa él las vivía con mucho dolor, hubo muchas injurias, el diario "El Sol" lo hostigaba permanentemente con declaraciones perversas que ni siquiera se podían sostener, pero por suerte lo tuvo a Tito Paoletti que al margen de su ateismo era una persona derecha que lo apoyó mucho, por eso yo a EL INDEPENDIENTE le tengo un gran afecto, tal vez por todas las cosas que supe que pasaban en La Rioja".

"A mi abuelo lo ví destruido cuando le tuve que decir que había muerto mi tío. Sólo se sentó y empezó a llorar, la nona en cambio era más aguerrida, ella dijo "lo mataron", porque ella lo presintió".

LA REIVINDICACIÓN RIOJANA

Al ser consultada sobre la reivindicación actual de monseñor Angelelli y su tarea pastoral en La Rioja, su sobrina manifestó "Creo que hay cosas que se podrían hacer desde el pueblo riojano como exigir más rápidamente justicia, como pueblo pedir que se agilice la causa, pero no obstante pienso que se ha hecho mucho, si realmente "el Pelado" está en vigencia es porque el pueblo lo ha permitido y hay un trabajo constante desde las organizaciones de derechos humanos o desde las asociaciones de laicos comprometidos, y con pequeñas cosas, por ejemplo en Facebook me enteré que han sacado una baldosa que lo recordaba en la plaza principal, y se formó un grupo que pide que se coloque nuevamente".

"Indiscutiblemente existen dos tendencias, la que dice basta, ya fue, y la que sigue bregando y luchando por justicia, a través de ellos es donde me siento bien, veo que no bajaron los brazos y siguen levantando las banderas de Angelelli, pese a tener hasta a veces otra ideología, y eso también es muy valorable, porque rescatar a un hombre desde otro lugar es muy fuerte y es reconocer los valores que ha tenido una persona, que al final de cuentas son comunes a todos como es el respeto y amor por el otro. Vale la pena dejar de lado ciertas mezquindades en este tipo de cosas".

"Angelelli es una figura que va mucho más allá para mi, pero yo necesito rescatar a mi tío que es sólo mío y eso es algo que no me lo van a poder sacar los militares que lo mataron. Al otro Angelelli lo veo lejos, el mío es el tío tierno que venía a Córdoba, se sentaba y te preguntaba qué problema tenés cuando nos veía preocupados, qué te está pasando, vamos a charlar. Siempre fue el tío compinche, el tío tierno, pero el que también te retaba y dentro del reto veías que te comprendía y entendía", concluyó.
FUENTE. EL INDEPENDIENTE - DERF (Omar Barberis Corresponsal DERF La Rioja)

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